El pasado 5 de octubre me fui a Caracas. El viaje: una tortura, 17 horas metida en un freezer con ruedas. Me fui sola porque mi madrina (que es un amor) me dejó quedarme en su casa y cuanto se lo agradezco! Llegué al terminal más horrible de Caracas, pero era el que estaba más cerca de donde me iba a hospedar. Llevaba los ovarios en la garganta pues la fama de Caracas (la segunda ciudad más peligrosa del mundo) me tenía aterrorizada. Pero todo salió bien, anduve sola, no me robaron, no me perdi y pude legalizar todos mis papeles sin ningún problema. Los caraqueños super simpáticos, alegres y siempre dispuestos a ayudarte. Conoci el Sambil y aunque existen zonas que están totalmente olvidadas por el gobierno ( cráteres en las calles, basura y fuga de aguas negras) puedo decir que también hay zonas preciosas que son dignas de recordar. Eso si, para poder salir sin que te pase nada, debe estar el sol afuera y obviamente no puedes cargar prendas, ni cosas que atraigan mucho la atención. Ese era el último paso para concretar nuestro viaje para Chile. Después de otras 15 horas matadas de viaje, llegué el jueves. No puedo creer que ya me salí de eso!!! y ahora a preparar maletas, porque el 03 de Noviembre nos vamos!!!